La nueva edad de oro de la heroína
04.02.2013
Las fuerzas del orden están asistiendo con preocupación a la reaparición de una de las drogas que más estragos causó en el pasado en la sociedad gallega: la heroína. En el último alijo de envergadura intervenido en la comunidad, seis kilos y medio en una operación desarrollada en Pontevedra, los agentes comprobaron que una parte de la droga era de una gran pureza, mientras que la calidad de la mayor parte del resto era sensiblemente inferior.
El precio de esta droga parece haberse disparado en los últimos meses. Si hace escasamente un año la Policía Nacional y la Guardia Civil tenían cuantificado en unos 32.000 euros el precio de un kilo de esta sustancia, ahora consideran que, en determinados casos, el precio prácticamente se ha duplicado.
En Pontevedra, y en función de su pureza, se pueden pagar entre 50 y 60 euros por un gramo -no confundir con una dosis- de esta sustancia estupefaciente. De este modo, el kilo podría moverse entre los 45.000 y 53.000 euros, dado que no es lo mismo adquirir una pequeña cantidad -un gramo- que mil.
El motivo de este incremento puede encontrarse en un aumento que parece que está experimentando su consumo. Es algo que ya se viene arrastrando desde hace tiempo, tal y como denunciaron en su momento desde la Confederación de Entidades para la Atención de las Adicciones, un colectivo que no dudó en asociar esta realidad «a la crisis económica y a las bolsas de desempleo, ya que son un caldo de cultivo para el consumo de esta sustancia».
Aparentemente, ya no solo se trata de que sea una droga más barata que la cocaína, sino que el perfil del nuevo consumidor no es el que tradicionalmente se venia asociando con esta sustancia. Así, paulatinamente, la heroína se ha ido desasociando de su halo de marginalidad, para, poco a poco, ir introduciéndose en otras esferas sociales.
En gran medida, esta situación ha venido determinada por un cambio en los hábitos de consumo. A decir de las fuentes consultadas, pocos, muy pocos, nuevos consumidores emplean la aguja y la jeringuilla. «Esto es lo que está mal visto», precisaron, al tiempo que añadieron que se está percibiendo, de unos años para aquí, un incremento de la heroína fumada, lo que en la calle se conoce como chinos.
Añadieron que muchos jóvenes se han acercado a esta sustancia buscando un producto que contrarreste los efectos de otras drogas tras una larga noche de excesos.