Combatir el consumo de alcohol, en especial entre los jóvenes, es uno de los principales objetivos propuesto en el nuevo Plan de Acción sobre las Drogas de Barcelona (PADB) para el período 2009-2012, que ayer presentó el Ayuntamiento. El plan será aprobado mañana en el pleno municipal, gracias al apoyo de ERC y pese a la abstención de CiU y PP.

El 3,6% de la población barcelonesa mayor de 18 años presenta un trastorno por abuso o dependencia del alcohol, con una mayor incidencia entre los hombres menores de 24 años, el 18% de los cuales son bebedores de riesgo.

Para mitigar tamaño problema, «el alcohol, aunque es legal, no se puede banalizar ni se debe incitar a conductas de riesgo con promociones del tipo dos por uno», declaró el primer teniente de alcalde, Carles Martí. Además, el plan pretende romper la asociación del alcohol con el deporte o la cultura. Para ello, se evitará el patrocinio de marcas de bebidas alcohólicas en celebraciones del Ayuntamiento y se limitará su promoción en eventos deportivos.

Abstenciones en el pleno

El gobierno municipal no contará con un apoyo unánime en el pleno, ya que el PP se abstendrá porque cree que el plan debería ser «más exigente», tal y como avanzó ayer su portavoz, Ángeles Esteller. Los populares han presentado 95 enmiendas al PADB, centradas en desbanalizar el consumo de cánnabis y drogas de síntesis e incrementar el control policial en las escuelas y locales de ocio para evitar la compra-venta. Esteller subrayó «la importancia del papel del entorno de los niños y los adolescentes en una prevención eficaz» contra el consumo de drogas.

Tampoco CiU apoyará el plan en la votación de mañana, ya que, en palabras de su regidor Joan Puigdollers, «no podemos confiar en un gobierno que ha incumplido de manera manifiesta el Plan de Drogas hasta ahora en vigor por causas exclusivamente políticas».